A cinco meses del cierre de la campaña, Argentina enfrenta una baja disponibilidad de soja debido a la brutal sequía, que ha llevado a una producción estimada de 20,0 Mt para la temporada 2022/23, marcando un descenso interanual del 53%. Hasta el 18 de octubre, el 78% de la cosecha ya se había comercializado, superando el período anterior y el promedio de los últimos 5 años. Esto deja solo 2,7 Mt de soja por vender. Además, un nuevo régimen de liquidación de divisas para exportaciones ha impactado en los precios de futuros locales, en particular en los contratos de soja noviembre, ya que el 70% de las divisas deberá liquidarse al tipo de cambio oficial.

Las lluvias recientes en la región núcleo de Argentina han brindado alivio y favorecerán la siembra de cultivos de granos en el país. A pesar de que las reservas de agua en el suelo aún no se han normalizado por completo, se ha notado un cambio positivo en la tendencia. La siembra de maíz ha progresado un 20%, aunque aún está retrasada en comparación con promedios históricos. Por otro lado, Brasil enfrenta condiciones climáticas extremas con sequía en el norte y exceso de lluvias en el sur debido a un fenómeno de El Niño. Esto ha impactado en la siembra de soja y maíz en Brasil, con retrasos significativos en algunas áreas, mientras que se espera que las lluvias regulares ayuden a mejorar la situación. Como resultado, los precios de los contratos de maíz y soja en Chicago han experimentado fluctuaciones.