En febrero, el Índice de Precios de los Aceites Vegetales de la FAO disminuyó a 120,9 puntos, descendiendo 1,6 puntos (1,3 %) desde enero y ubicándose 15,0 puntos (11,0 %) por debajo del año anterior. Esta caída se atribuye a la disminución de los precios de los aceites de soja, girasol y colza, contrarrestada por un leve aumento en el aceite de palma. La baja de los precios de la soja se debe a las expectativas de una abundante cosecha en América del Sur, mientras que los aceites de girasol y colza disminuyeron debido a disponibilidades exportables. En contraste, los precios del aceite de palma subieron ligeramente por la disminución estacional de la producción en Asia sudoriental. Estas tendencias reflejan factores regionales y climáticos que influyen en el mercado global de aceites vegetales, proporcionando información valiosa para los participantes del mercado y formuladores de políticas agrícolas. Por otro lado, el Índice de Precios de Productos Lácteos de la FAO alcanzó un promedio de 120,0 puntos, con un aumento mensual del 1,1% pero permaneciendo 13,4 % por debajo del año anterior. Destacan las subidas en los precios de la mantequilla debido a la demanda asiática y la disminución estacional de la producción en Oceanía. En cuanto al Índice de Precios de la Carne, que promedió 112,4 puntos, experimentó un aumento del 1,8 % respecto a enero, revirtiendo siete meses de caídas, impulsado por alzas en la carne de aves y bovino. Finalmente, el Índice de Precios de los Cereales de la FAO promedió 113,8 puntos, reflejando una disminución del 5,0 % con respecto a enero y un marcado descenso del 22,4 % en comparación con febrero de 2023. La tendencia a la baja afectó a todos los cereales principales, siendo el maíz para la exportación el más impactado. Las expectativas de cosechas abundantes en Argentina y Brasil, combinadas con los competitivos precios ofrecidos por Ucrania, que aprovechó eficientemente la ruta comercial marítima, influyeron significativamente en la presión a la baja en el mercado del maíz. En sintonía con la situación del trigo y maíz, también se observaron reducciones en los precios mundiales de la cebada y el sorgo