La producción de aceite de palma en Colombia experimentó una caída del 12,5 % en el último trimestre, siendo las mayores temperaturas en las zonas palmeras debido al Fenómeno del Niño, la principal causa de este descenso, junto con la afectación de la Pudrición del Cogollo (PC) en la zona norte del país. Esta situación también influyó en la menor oferta disponible de aceite de palma, reflejada en una reducción del 9 % en las ventas respecto al mismo período del año anterior, alcanzando las 468 mil toneladas. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el sector mostró un buen comportamiento, especialmente en la zona suroccidental, que continuó registrando mejores producciones en el primer trimestre del año.

A pesar de esta reducción de la producción nacional, el sector mostró buenos indicadores, como lo fue el aumento en las exportaciones a países como México, Centroamérica y Brasil. Por otro lado, se vislumbra un futuro prometedor para la industria de la palma en América Latina, especialmente en Colombia y Guatemala, donde se están implementando prácticas sostenibles y tecnologías avanzadas para garantizar la calidad del producto y su trazabilidad.

Mirando hacia el futuro, la bonanza del aceite de palma podría encontrar nuevas oportunidades en América Latina. Con la creciente escasez del aceite comestible a nivel mundial, los productores emergentes de la región están ganando relevancia. Colombia, ya siendo el cuarto productor mundial, tiene un gran potencial de desarrollo en sus 600.000 hectáreas de plantaciones y podría expandirse aún más sin necesidad de deforestar. Además, la región latinoamericana está aprendiendo de los errores de otros grandes productores, enfocándose en prácticas sostenibles y tecnologías avanzadas para garantizar la trazabilidad y la calidad de sus cadenas de suministro. Esto posiciona a América Latina como una nueva frontera para el aceite de palma, con perspectivas de aumentar las exportaciones y competir en mercados exigentes como Europa. (Fuente: Vanguardia, Agronegocios).